¿QUE NOS CONVIENE HACER?
Queridos hijos; sobre esta pregunta, seguramente Checaspeare diría “datis de cuéstion” (para los que no entienden ingles, quiere decir “esa es la cuestión”) y la solución habría que buscarla con la razón y no con la fuerza.. Durante mucho tiempo he guardado un sano silencio en busca de lograr una solución y no echar más leña al fuego; me refiero al problema de la pastera de Fray Bento o mejor dicho de la empresa finlandesa Bostnia. Para no pecar de imparcial , primero analizaré los hechos tal como nos hemos ido enterando por los actores que intervienen en la controversia. Pocos días antes de efectuarse en Uruguay el traspaso del gobierno de Batlle a Tabare Vázquez, el presidente saliente dejó firmado un contrato tan leonino, como solo en estos países sudacas (y seguramente en algunos de Africa) pueden ser aceptados...de esto acá en Argentina tenemos varios ejemplos con las privatizaciones y ventas territoriales menemistas. El principal problema que se esgrime por parte de los asambleístas de Gualeguaychu, es por el deterioro ambiental que en ambas riveras del Rio Uruguay provocará dicha industria, río compartido y sometido su uso por un tratado firmado por ambos Países, por tratarse de una frontera natural. Este tratado no fue respetado por el Gobierno del señor Batlle al no consultar a la contraparte del uso que la pastera haría de parte de su caudal y de la posible contaminación del mismo. Hasta aquí, a la Argentina le cabía todo el derecho de reclamar (de acuerdo a lo firmado en dicho tratado) ante el tribunal Internacional de La Haya y este habría tenido que reconocer el derecho a oponerse a la instalación de la pastera. Siempre, desde luego, que dicho reclamo se hubiese realizado en tiempo y forma y no dándole motivos al infractor a defenderse esgrimiendo el ataque a que los han sometido los cortes de ruta en un tácito cierre de fronteras, donde el reclamante también incumplió tratados internacionales logrando que el acusado se transformara asimismo en acusador. O sea, por un error de procedimientos, se está empatando un juicio donde quien era legitimo ganador, hoy ha perdido gran parte de ese derecho. Para peor de los males, una acción trae una reacción y dichos van dichos vienen, lo que debió ser un dialogo entre países hermanos de toda la vida, se ha transformado en poco menos que una declaración bélica con participación del ejercito uruguayo enviado por Tabare (dentro de su territorio) a proteger las instalaciones de la pastera en construcción. Desde luego que esta decisión no es para, caprichosamente profundizar el problema entre ambas naciones; el presidente uruguayo lo hizo ante una amenaza velada,(para los imparciales bien concreta) de que existiría una abuela en Gualeguaychu que se prestaría a cruzar el rio cargada con explosivos para destruir lo ya construido. Para muchos, esto sería una pavada como el corte de rutas, pero no ha sido para la prensa norteamericana, tan susceptible y familiarizada por este tipo de amenazas, la que de inmediato le dio cobertura y con ello ahondo aun más el problema. Pero sería injusto echarle la culpa a los norteamericanos por tamaña noticia, sobre todo que quien la propaló fue el esposo de una funcionaria del gobierno de Kirchner y no una invención de los yanquis. Desde luego que, ante la reacción del gobierno uruguayo los asambleístas dirán, “lo de la abuelita no era para tanto” ...lo mismo expresaran si argentina es sancionada por el cierre de fronteras. Creo sinceramente que a estas alturas y cuando solo falta un 30% para que Botnia pueda empezar a producir, lo más conveniente es no seguir cerrando la frontera y dejar que las instancias judiciales o las de buenos oficios, permita encontrar la solución adecuada. No podemos seguir actuando como los barras bravas del fútbol imponiendo nuestro parecer por la fuerza y no por la razón. No le demos a Macri la oportunidad para que nos aconseje él lo que debemos hacer. Esperemos qué daños pueda producir dicha pastera, ver que daño y a quienes producen las que tenemos nosotros, exijámosle a la Maria julia que termine de limpiar el riachuelo, no ensuciemos más nuestras veredas; y si después de solucionar todo el daño que nosotros sí le hacemos al medio ambiente, entonces recién ahí, si las pasteras contaminan y Tabare Vázquez no las clausura, entonces ahí sí le mandamos a la abuelita y le pedimos al tonto estúpido de Feinman que la acompañe. Así mataríamos dos pájaros de un tiro...a la abuelita y a Feinnman. Buenos Aires 03/12/06 Milan Bonacic-Doric Hasta la próxima Baybis