EL CODIGO DE QUIEN
Queridos hijos; el “codigo” es una de las palabras que más significados tiene de acuerdo a mi Larousse Ilustrado, por ello es usado por una infinidad de seres humanos y para una infinidad de circunstancias. Lo usan los que enseñan y los que estudian derecho; los que después lo utilizan en la forma más torcida posible. Lo emplean los delincuentes y las mafias aplicando el codigo del silencio, conocido en ese ambiente como la “omerta”...otros que lo usan muy seguido son los políticos en defensa de sus negociados espurios, especialmente en la compra y venta de leyes donde siempre logran el milagro que el único culpable sea el que denuncia (ejm; las coimas en el senado y el ex secretario de Granillo Ocampo que se fue de lengua con los sobresueldos). Lo usan los escritores, como en el caso del “Codigo Da Vinci”, quien se apoya en el codigo de números y signos para comunicar algo secreto, que por cierto no tiene porque tomarse como una verdad absoluta, salvo por aquellos que se sienten tocados por la imaginación del escritor cuando este concluye su novela con una mujer como la descendencia genética y terrenal de un Jesús que aquellos presentaron como un hombre santo y que además era hijo de Dios... como si esta causal fuera un impedimento para la procreación. Más aun sí, como aseguran los curas que todos somos hijos de Dios, no veo por que Jesús tendría que ser, obligadamente soltero o haber usado preservativos; elemento también prohibido por ellos y el apóstol de las armas y los hombres al agua, monseñor Basseoto Desde luego que la postura de la iglesia católica apostólica y romana con el natural rechazo a lo que cuenta el libro, aseguraba el éxito de este y auguraba el gran negocio al ser llevada al cine. En todo caso Dan Brown ha declarado en distintas entrevistas, que lo escrito por él es tan sólo una novela y que en ningún caso ha sido su intención la de atacar la fe de los cristianos. Y sobre el Opus Dei, creo que él lo imaginó como una prolongación en el tiempo de lo que fue la inquisición, Tribunal eclesiástico que castigaba los delitos cometidos contra la fe católica mandando a la hoguera a los herejes y blasfemos. Y por ser una institución ultra conservadora, (cuyos miembros generalmente se mantienen en el anonimato, pero siempre ocupan cargos de gran responsabilidad en casi todos los Gobiernos) es que sea la razón por la cual acudió a ella para darle a su novela el misterio e intriga necesaria que todo novelista busca para mantener el interés de sus lectores. Tanto la película como el libro, transformado rápidamente en Best-seller, no hubiesen tenido el éxito alcanzado, si la misma trama la hubiese realizado sin acudir a la connotación de un personaje como Jesús convertido en padre y abuelo con una descendencia dos veces milenaria y el código hubiese sido de Perico de los Palotes en vez de Da Vinci. Seguramente la novela no habría sido mejor que las escritas por mi y que hasta ahora ninguna editorial me las han querido publicar. Finalmente, si la novela se transformó en un Best-seller es porque existe mucho del snobismo tradicional de quienes quieren jactarse de ser instruidos y grandes lectores. Quienes la llevaron al cine, vieron en ella la posibilidad de ganar mucho dinero, pero sabiendo que el tema no era tan trascendental la tuvieron que estrenar al unísono en todos los cines del planeta, tratando de captar a la mayor cantidad de espectadores antes que el interés decaiga.
Como un resumen final, puedo agregar que tanto Dan Brown como los productores de la película, han usado a Jesús sólo para ganar dinero. Ahora, habría que ver quien posee el código de la autoridad moral que le permita poder criticar este uso comercial cuando son tantos los que lo han usado, lo usan y los seguirán usando con el mismo fin; sino me creen pregúntenle al pastor Jiménez o al Papa. Y si no hubiese sido por este uso comercial, el Opus Dei seguiría en el anonimato de la gran mayoría de los creyentes y hoy el ignora retrogrado de Feinman no andaría preguntando por ahí como un imbecil bíblico ¿Leíste el código Da Vinci? o ¿Qué es el Opus Dei?
Buenos Aires 23/05/06 Milan Bonacic-Doric Hasta la próxima Baybis