¡¡ BAJÓ LA CARNE !!
Queridos hijos; por fin el Gobierno y la cadena que interviene para que una vaca llegue a las carnicerías, lograron el acuerdo que pone fin a la escalada de aumentos del principal producto en la dieta de nuestra sociedad. Para que se comprenda mejor cuales son los eslabones que integran dicha cadena, veremos a continuación quienes son los que la componen. En primer lugar esta el Estanciero cuyos campos los ha dedicado a la ganadería, ( debo aclararle al conspicuo imbecil de Feinman, que la “ganadería”, en este caso, no significa “ganancias sin limites”; es en referencia al ganado y este, no es el dinero que ganó con las reses, las que nada tienen que ver con los rezos; sino que se trata de los animales que mandó al matadero) luego está el Transportista, después los Consignatarios, le siguen los Mataderos y finalmente los Carniceros. (respecto a estos últimos y, para que el excelso tarado de Feinman no siga en la ignorancia supina en que vive, ellos no tienen nada que ver con Videla, Pinochet, el recientemente fallecido Milosevic y Bush; son los que le venden el producto final a los consumidores) El estanciero, como primer eslabón de la cadena se encarga de vacunar a los recién nacidos, darles de beber y alimentarlos hasta lograr su peso optimo que es cuando debe mandarlo a la venta, pues todo lo que siga comiendo pasa a ser una perdida para él. El transportista se encarga, por mandato del estanciero, a llevar los animales a los centros de remates. Y aquí aparece la figura del consignatario (que es el que, de acuerdo a las carnicerías o supermercados que abastece) quien compra la cantidad de animales que sus clientes le han encargado y que de acuerdo a la oferta y demanda existente, se establece el precio que se le pagará al estanciero y que, hasta hace un año variaba entre $1,70 y $1,90 y hoy va de $2,50 a $2,80 el kilo del animal en pie, o sea antes de matarlos. Los Mataderos, (que es a donde el consignatario manda los animales comprados) son los que se encargan de sacarle el cuero y las achuras, únicos dos productos con los que se quedan en pago por faenarlos. A los consignatarios les quedara las dos ½ reses por cada animal las que reparte de inmediato a sus clientes; cobrándoles, en la actualidad, $5,50 el kilo, o sea mas del 100%, del precio que le pagaron al ganadero y, de cuya diferencia solventan los impuestos, (si es que los pagan) los gastos de los remates, la perdida del peso por el cuero y las achuras y los transportes hasta sus clientes, que en total no les consume más de un 50%; dejándoles por lo tanto un 50% de ganancias brutas. El carnicero deberá despostar cada ½ res, donde pierde peso por la sangre , los huesos y la grasa y, de acuerdo al volumen de cada corte, le va asignando el precio para recuperar los $5,50 que pagó, cubrir los gastos de su local, instalaciones, alto consumo de electricidad, (por el frió en que se debe mantener el producto) empleados, impuestos y su utilidad. En este recorrido, desde el estanciero al carnicero, se encuentra el, o los culpables de las alzas abusivas o especulativas, y fue ahí donde se metió este gobierno en defensa de nosotros los consumidores; un lugar al parecer sagrado para otros gobernantes que no mostraron el mismo interés por sus gobernados. Y el haber logrado bajar los precios de los cortes que más consumen los sectores de menos ingresos es una muestra clara que dichas alzas eran mas especulativas que reales. Desde luego que los que más se han quejado por esta intervención, son los grandes hacendados que demostrando su desagrado en contra de Kirchner, le han advertido que están cansados de la “patria montonera”. ¿Será esta una amenaza de un nuevo exterminio como el realizado en la ultima dictadura? ¿o se referirán a los “montones” de ganancia extra que este presidente les cortó?... sólo el tiempo lo dirá.
Buenos Aires 11/04/06 Milan Bonacic-Doric Hasta la próxima Baybis
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