Queridos hijos; con esto que se ha denominado “las coimas en el senado”, hemos asistido al “gran espectáculo gran” (en alusión a los anuncios circenses) donde al parecer todo vale entre los acusadores y los acusados. La búsqueda de la justicia por descubrir la verdad, desde un principio se mostró como algo casi imposible considerando lo actuado en principio por el Juez Carlos Liporaci, luego Canicoba Corral hasta llegar en la actualidad al juez Daniel Rafecas. Recordemos que esta denuncia la inició el senador Cafiero, quien expresó que no tenia pruebas, pero sí la certeza que esto había sucedido. Incluso en la declaración ante Liporaci, entrego un sobre con el nombre de algunos posibles participantes en la venta de su voto. Lo que vino después ya todos lo conocen, apareció Pontacuarto y con él volvió al tapete una causa que ya casi todos habíamos olvidado y cuya confesión dejó al descubierto gran parte del camino que estas coimas recorrieron. Aclaró de donde vino el dinero, (el mismo se incrimino al reconocer que fue él quien lo fue a buscar a la SIDE) cuando y donde se lo entregó al senador Cantarero. Y faltando solo semanas para que la causa prescribiera, el Juez Rafecas, cumpliendo con lo que le instruyera la cámara, se aprestaba a elevar una parte de la causa a Juicio Oral con las pruebas reunidas en contra de algunos de los participantes y aparece un segundo testimonio que vuelve a generar expectativas confirmando en parte lo denunciado por el primer arrepentido. Esta vez es una arrepentida ( la verdad que el más arrepentido es Remo Constanzo por haberla tenido de secretaria) la que acaba de declarar que ella vio parte del dinero de las coimas en la oficina de, el por ese entonces, Senador por Río Negro. Este lunes apareció en el programa del periodista Joaquín Morales Solá, después de presenciar la declaración de Sandra Montero, el ex presidente Fernando de la Rua, el que con ese vigor que lo caracteriza, le hizo publicidad a un libro escrito por él en el que trata de demostrar que esto de las coimas es una gran operación política armada en su contra, pues asegura que ese echo no existió. Y curiosamente expuso una teoría en la cual sí el Juez lo indaga y considera que por ser el presidente debe estar en conocimiento del pago de las coimas, entonces también debe citar a indagatoria a Chacho Álvarez porque este era el presidente del Senado en aquella ocasión y también tendría que haberlo sabido. Esta postura del ex presidente deja muy en claro que lo que se busca es embarrar la cancha en busca de la impunidad que los ponga a buen recaudo de la posibilidad de ir a la cárcel. Seguramente por esa tendencia de estar casi siempre medio dormido no se acuerda que fue precisamente su vicepresidente quien, ante el anónimo que empezó a circular en el Congreso fue él quien realizó la denuncia a la justicia para que esta investigara lo que en ese entonces solo era un rumor. Asimismo habría que recordarle que su vise renunció cuando él, ante el escandalo producido, realizó un recambio ministerial y le otorgó un ascenso a Flamarique, el de la famosa frase “para los senadores tengo la Banelco” con lo cual Álvarez consideró que Fernando de la Rua estaba en pleno conocimiento del pago de las coimas, más aun que en cuanto se supo del bochornoso echo, aquel se reunió (sospechosamente) con todos los senadores cuestionados y encabezados por el Choclo Alasino, presidente del bloque justicialista, en la quinta de Olivos. ¿De que hablaron en dicha ocasión? ¿qué tema de tanta importancia trataron en esa inusitada reunion?...yo creo que hasta el inmensamente estúpido mequetrefe de Feinman se lo llegó a imaginar, aunque esta pobre imbecilidad, nunca supo para qué se lo imaginaba.
Buenos Aires 22/08/06 Milan Bonacic-Doric Hasta la próxima Baybis
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